lunes, 15 de diciembre de 2014

Inteligencia emocional

Con el paso de los años hemos podido confirmar que una persona exitosa en su trabajo no se caracteriza solo por tener un coeficiente intelectual alto o que el estudiante con mejores notas no siempre es el más exitoso al entrar en el mundo laboral. Se ha demostrado que existen otros factores que ayudan a que una persona sea exitosa en su vida laboral, un ejemplo de esto es la inteligencia emocional. La inteligencia emocional consiste en que para tener éxito, tanto profesional como personal, hay que saber controlar las emociones, es necesario que una persona se conozca a sí misma, anticipe sus acciones, conozca sus objetivos y metas en la vida, y que además de comprenderse a sí mismo, comprenda al resto de su entorno.
Con ayuda del libro “Inteligencia Emocional” de Daniel Goleman (1999) se ha podido observar que la inteligencia emocional te puede llevar al éxito o al fracaso en tu vida. Goleman define a la inteligencia emocional como: “la capacidad para reconocer sentimientos en sí mismo y en otros, siendo hábil para gerenciarlos al trabajar con otros”, y que existen cinco principios de la inteligencia emocional que se refuerzan entre sí para crear y desarrollar una emoción: percepción, retención, análisis, emisión y control. Según Goleman, las emociones son hechos naturales de los seres humanos y se pueden ver reflejadas sin nosotros saber que están ocurriendo, y que a veces no podemos controlar. Por ejemplo: cuando tenemos miedo la sangre se retira de nuestro rostro y palidecemos porque ésta se dirige a los músculos de las piernas para facilitar una reacción de fuga ante el peligro. Otro ejemplo, cuando sentimos ira, la sangre fluye a  las manos, aumenta el ritmo cardíaco y el nivel de adrenalina, generando condiciones para una acción enérgica. 

  
Es por esto que hoy las empresas valoran a una persona que sea emocionalmente inteligente, ya que puede convertirse en un gran líder en el futuro. Los rasgos más comunes de los líderes de hoy son sus capacidades personales como la capacidad de toma de decisiones, trabajo en equipo, confianza, creatividad, innovación, entre otros. Las habilidades personales están basadas en el conocimiento y manejo de las emociones, capacidad de auto motivarse y de la capacidad de entender y manejar las emociones de los demás.  

La inteligencia emocional es quizás uno de los factores, aun no confirmados, de las habilidades blandas, ambas se complementan para el actuar de una persona. A diferencia de las habilidades duras que se enseñan en el colegio, universidad y otros; las blandas las va desarrollando y mejorando la misma persona en el tiempo. No sirve de nada contratar a un ingeniero por tener un currículum impecable si al momento de trabajar en equipo no sabe como relacionarse con los demás. Por esto es que las habilidades blandas se consideran cada vez más importantes.

En definitiva, para crear nuestra carrera profesional no olvidemos algunos de los factores importantísimos para tener éxito, nuestras habilidades personales se complementan con nuestras habilidades técnicas para el desarrollo de nuestro futuro profesional.
Marjorie




Más información:

Libro: Inteligencia Emocional - Daniel Goleman (1999)

¿Posees inteligencia emocional? ¡Averígualo!


No hay comentarios:

Publicar un comentario